A las 8:30H hemos quedado junto a la estación de Cercedilla para afrontar una ruta exigente que desde el año pasado no habíamos hecho. El grupo se desdobló, al aparcar, en dos. En la estación estábamos Alberto, Antonio, César, Jorge y este secretario. Joserra y Sergio se fueron hasta Las Dehesas, puesto que no tenían idea de hacer la ruta completa. Nos pusimos en marcha subiendo por las rampas hasta llegar frente al Mesón Cirilo, verdadero santo y seña de una parte de nuestro grupo, donde nos esperaban Joserra y Sergio. Continuamos la progresiva subida que se hace más tendida en la curva que conduce a la ducha de los alemanes. Al llegar al mirador de los poetas nos hicimos una foto. El día era magnífico, si bien había una cierta neblina en el horizonte.
Tras dejar el mirador de los Poetas, paramos un momento a ver el reloj solar dedicado a Camilo José Cela.
Tras dejar el reloj de Cela, afrontamos los últimos kilómetros de subida, ya más tendida, hasta llegar al puerto de la Fuenfría. 
Al final, convencimos a Joserra y Sergio para que se vinieran a hacer la ruta completa, así que desde La Fuenfría continuamos hacia la fuente de la Reina donde hicimos una parada. El carril me dio un susto al derraparme la rueda delantera, pero el ángel de la guarda de los ciclistas me echó una mano. Era alucinante ver bajar a César con una rígida, rígida. (ya está convencido para cambiarla)
Continuamos en dirección a la carretera que baja de Navacerrada y va hasta Valsaín por un carril asfaltado entre pinos madereros. Este carril es muy rápido y llega hasta una barrera donde comenzamos a subir hasta la primera de las siete revueltas, donde tomamos otro que se dirige hasta el Camino Viejo de Paular.
Tras unas primeras pendientes, nos acercamos al cruce con la subida a Cotos por el Camino Viejo del Paular. Ahora empezaba lo más duro de la ruta.
Tras los últimos repechos en la zona más complicada de la subida, por fin Cotos.
Tras coronar Cotos, nos tomamos un respiro comentando la subida.
Desde Cotos tomamos la carretera hasta Navacerrada. Llegamos en 20 minutos pedaleando deprisa y comenzamos el descenso por carretera hasta coger el desvío hacia la estación tren y el bar Casa Ochoa. En una curva a la izquierda nos dirigimos hacia el Camino del Calvario, afortunadamente esta vez en sentido bajada.
Esta bajada tiene zonas con mucha piedra exigiendo mucha atención.
Antes de llegar al embalse atravesamos este riachuelo.
Tras dejar el mirador de los Poetas, paramos un momento a ver el reloj solar dedicado a Camilo José Cela.
Tras dejar el reloj de Cela, afrontamos los últimos kilómetros de subida, ya más tendida, hasta llegar al puerto de la Fuenfría. 
Al final, convencimos a Joserra y Sergio para que se vinieran a hacer la ruta completa, así que desde La Fuenfría continuamos hacia la fuente de la Reina donde hicimos una parada. El carril me dio un susto al derraparme la rueda delantera, pero el ángel de la guarda de los ciclistas me echó una mano. Era alucinante ver bajar a César con una rígida, rígida. (ya está convencido para cambiarla) Continuamos en dirección a la carretera que baja de Navacerrada y va hasta Valsaín por un carril asfaltado entre pinos madereros. Este carril es muy rápido y llega hasta una barrera donde comenzamos a subir hasta la primera de las siete revueltas, donde tomamos otro que se dirige hasta el Camino Viejo de Paular. Tras unas primeras pendientes, nos acercamos al cruce con la subida a Cotos por el Camino Viejo del Paular. Ahora empezaba lo más duro de la ruta.
Tras los últimos repechos en la zona más complicada de la subida, por fin Cotos.
Tras coronar Cotos, nos tomamos un respiro comentando la subida. Desde Cotos tomamos la carretera hasta Navacerrada. Llegamos en 20 minutos pedaleando deprisa y comenzamos el descenso por carretera hasta coger el desvío hacia la estación tren y el bar Casa Ochoa. En una curva a la izquierda nos dirigimos hacia el Camino del Calvario, afortunadamente esta vez en sentido bajada. Esta bajada tiene zonas con mucha piedra exigiendo mucha atención. Antes de llegar al embalse atravesamos este riachuelo.
Al final, haciendo honor a nuestro maillot, repusimos fuerzas
para la siguiente ruta.
para la siguiente ruta.
