Cercedilla es un paraíso para el bicimontañero. Da igual la estación del año. Da lo mismo el tiempo que haga. Si llueve, no tienes el barro pegajoso de las zonas de presierra. Si hace viento, la masa de árboles te protege. Si llueve, siempre es mejor que pedalear por la llanura. Si nieva, sueles conseguir tracción, pero si no, tienes alternativas por los senderos sin subir mucho. Que te apetece rodar, tienes carriles. Hay salidas de escape, rutas mixtas. Puedes irte hasta Segovia, hacia el puerto del Pasapán, hacia el valle del Río Moros, hacia Cotos, al Puerto de Navacerrada. Y acabas bajando. Y de cabeza al Helio. A tomar cervecita fresquita al sol. O arrimarte a la estufa de leña, dentro, donde siempre hay un puchero al fuego. En fin... Un disfrute.
Si hay una ruta emblemática en Cercedilla es el Test the Best en su versión Maratón. Enlaza carriles con veredas, zonas técnicas y siempre rompepiernas en un entorno espectacular. Aunque hay algunas pequeñas modificaciones cada año, cruza siempre tres valles: el de la Fuenfría, el de SietePicos y el del Navalmedio. Y aquí nos hemos congregado hoy huyendo del viento: Ángel con su amigo Pedro, José Antonio y un servidor, en una mañana de frío y con cota de nieve a partir de 1.500m que no nos molestó para rodar. A reseñar que nos encontramos en un tramo con runners que corrían la carrera de Navidad de Cercedilla. Tras bajar por Camorritos yo me retiré y no estoy seguro de si Ángel, José Antonio y Pedro hicieron la ruta completa o bajaron hacia Cercedilla en el entronque de la vereda que baja de Navalmedio con el Camino del Calvario.
¡Espectacular!
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