junio 26, 2011

25-6-11 CRÓNICA DE LA PARTICIPACIÓN DE ALFREDO EN LA MARCHA DE CARRETERA “MIGUEL INDURAIN”.










Sábado 25 de junio, con salida y meta en Bera de Bidasoa (Navarra), 186 Kmts y………. ¡6 puertos!, con un desnivel acumulado de más de 2.900 mts.

Empiezo por el final: Me lo he pasado genial, ha hecho un día fantástico (entre 16º y 25º) y totalmente despejado, lo que ha permitido disfrutar de unos paisajes de gran belleza y espectacularidad, esta región es única. La organización impecable, con muchos voluntarios ayudando y animando en todo momento, avituallamientos generosos y duchas y comida final perfectamente organizadas para tantísimos como éramos. He tardado 6 horas 43 minutos a una media de 28 Kmts/h, el 347 de la general (diploma Oro para mi grupo de edad), he ido “guardando” fuerzas en los puertos lo que me ha permitido disfrutar más de todo y además terminar con fuerzas, sin calambres ni desfallecimiento (os garantizo que no todos pueden decir lo mismo). En definitiva, me han quedado unas sensaciones de plenitud, disfrute y satisfacción absolutas al haber sido partícipe de una fiesta de estas características y hacerla y terminarla en magníficas condiciones.

Crónica:


Dormí en Hondarribia a 19 kmts de Bera de Bidasoa, donde llegamos el viernes a mediodía. Por la tarde nos acercamos a Bera a recoger el dorsal y el chip. En unas carpas que había instaladas con ropa y material me compré un culotte y una camiseta interior (que estrené en la prueba). Vuelta a Hondarribia, paseo, cena y a dormir.


A las 7:15 de la mañana salimos para Bera, todo estaba perfectamente indicado con flechas y voluntarios que te orientaban para aparcar el coche en un buen sitio, nosotros tuvimos suerte y lo dejamos a unos 200 mts del polideportivo donde estaban las duchas, el avituallamiento, la oficina permanente, etc.


A las 8:30 en punto se dio la salida a la prueba larga, la que yo hice. Media hora más tarde salieron los de la prueba corta (110 kmts). Miguel Indurain hizo la salida con nosotros pero se volvió enseguida para salir y completar la corta. Todo un privilegio rodar en un pelotón con él.

Yo estimo que en la larga saldríamos más de 700 corredores, no he podido comprobarlo, pero yo llevaba el dorsal 614 y me inscribí dos semanas antes del plazo de cierre. Y en la corta salieron unos 1300.

La salida me sorprendió pues no me esperaba el ritmo tan frenético que puso el personal. No ya solo los de delante, lo que ya sabemos que es habitual. Yo iba casi al final e íbamos a toda mecha, los primeros 30 Kmts los hicimos a una media superior a los 35 Kmts por hora y eso que la carretera tendía hacia arriba (subíamos por el valle del río Bidasoa). Era un espectáculo ver por delante más de 300 mts de pelotón ocupando toda la carretera. Iba tanta gente delante mía que miré varias veces atrás pensando que en breve me cogía el coche escoba, pero no, por detrás venía todavía mucha gente, es lógico, por poco que yo ande, sé el nivel que tengo y alguien tenía que ir más lento que yo seguro, lo que me sorprendió fue el nivel de ¡la mayoría!, la gente que va a estas pruebas tan consolidadas sabe a lo que va y llega bastante preparada, además de predominar la gente más joven de lo que suele ser habitual en una prueba popular.

En el Kmt 30 más o menos empieza el primero de los 6 puertos, Belate, 14 Kmts que se terminan “agarrando”, además después de un bucle de 75 kmts y otros tres puertos más, lo teníamos que volver a subir por segunda vez, aspecto este último que no se te quita de la cabeza mientras lo asciendes. Como he dicho “guardé” mucho en lo puertos, regulado siempre por debajo de mi umbral y llevando la cadencia alta, muchos se me fueron al principio pero muchos más adelanté yo al final de cada puerto.

Hasta el segundo paso por Belate, todo fue subir y bajar, sin ningún tramo llano, yo paré en tres de los avituallamientos que había en algunos de los puertos (más una cuarta parada al empezar a bajar uno de los puerto para aliviar la vejiga) y no dejé de comer y beber en toda la ruta, en cada bajada una barrita, y bebida isotónica me bebí en toda la prueba 7 bidones, o sea unos tres litros y medio.

Las primeras bajadas las hice prácticamente solo y en las subidas adelantaba a más gente de los que me adelantaban a mí, en la segunda subida a Belate, que insisto era el puerto más serio de todos, adelanté a bastantes y en la bajada ya me quedé a rueda de un grupo pues no quería hacer el final solo, había leído que en los últimos kmts siempre da viento de cara y quedarse solo es un calvario. Yo creo que todos queríamos lo mismo pues conseguimos formar un grupo de unos 15 para hacer los 40 kmts finales y todos cuidábamos de mantener el “rebaño” compacto, en la última hora fuimos recogiendo gente que por delante se había quedado sola y al final llegamos a Bera un grupo de al menos 25 ciclistas.

En la meta, me estaba esperando Mª Jesús, que había hecho una excursión organizada para los familiares en la que les enseñaron varios pueblos de la zona, por lo que tampoco tuvo que esperarme mucho.

Termino como empecé, así es como uno sueña estas pruebas, disfrutando de la gente, de la organización, de la climatología, de los paisajes y de tus propias fuerzas y sensaciones, tras 6h y 43 min estaba lógicamente cansado pero con fuerzas y unas sensaciones extraordinarias. Voy a empezar a hacerme asiduo en este tipo de pruebas, mayor satisfacción no cabe.


Alfredo

1 comentario:

  1. ufff! Qué kilometrada y qué desnivel acumulado!. Inalcanzable. Estás hecho un máquina. Enhorabuena!

    el secre

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