septiembre 17, 2017

El Reventón


Convocatoria del Secre para subir el Reventón después de varios años. No lo dudé. Si queremos estar en forma para este otoño habrá que hacer un esfuerzo. Negocié con la jefa que llegaría tarde (muy tarde) y preparé los bártulos para el día siguiente.

Vino Juan a recogerme pronto por la mañana y fuimos a Cotos para empezar una jornada que arrancaba con 4 grados. Nos empezamos a preparar y primera metedura de pata del día. Me dejé el isotónico y la bolsa de la Camelbak en la calle cuando Juan vino a mi casa. Menos mal que el Secre siempre está preparado y “por casualidad” llevaba 2 botellas de medio litro de isotónico además de lo que llevaba en la Camelbak suya. Asunto arreglado, metimos las botellas en la mochila y haríamos parada para pegar unos buenos tragos.

Comenzamos bajando hacia Rascafria por un camino boscoso y lleno de piedras hasta que conseguimos ponernos a la altura del río Lozoya. Una vez aquí comenzamos un tramo espectacular en paralelo al río en el que fuimos cruzando a través de puentes de madera de un lado al otro del mismo durante varios kilometros. La verdad es que hasta el momento la sensación térmica estaba siendo muy buena.

Justo antes de llegar a El Paular nos cruzamos con unos compañeros del trabajo con los que cruzamos unas palabras antes de continuar nuestro camino. Desde El Paular hasta Rascafría fuimos a través de un carril bici y ya en el pueblo paramos en una fuente y repusimos líquidos para afrontar el primer reto del día; el Reventón.

Empezamos con ritmo suave una fuerte pendiente de tierra y continuamos ya metidos entre arboles por un sendero de piedras que me dejó bastante agotado. Juan como si nada... Pasamos a una pista más ancha que haciendo zetas nos subiría hasta el tramo final de la cumbre. Aquí el viento y el frío se hicieron notar y calculo que andaríamos cerca de los 0 grados. Después de los últimos metros de un camino lleno de piedras nos hicimos las fotos que certificaran nuestro ascenso de 2 horas y sin más pausa iniciamos una tortuosa bajada por la otra cara de la montaña. Piedras y matorrales por un estrechísimo pasillo hacían que me fuera llevando recuerdos del camino en mis espinillas a cada 10 metros. La verdad es que me pareció una bajada muy incomoda y desagradable. Pasamos después a una pista más ancha aunque con piedras y bastante pendiente y así llegamos hasta La Granja de San Ildefonso donde haríamos nuestra segunda parada técnica del día y nos enfrentaríamos al segundo reto de la mañana; la subida a Cotos.

La bajada del Reventón no fue una bajada sencilla por lo que no nos permitió descansar como suele suceder en estos casos, así que las fuerzas ya estaban bastante mermadas. Con no mucha prisa empezamos la subida por una primera parte asfaltada hasta que empezamos el carril de tierra que nos dejaría a las puertas del último tramo hasta la llegada a Cotos. Aquí si que pusimos la reductora y subiendo de pulsaciones como si no hubiera un mañana nos dejamos las pocas fuerzas que nos quedaban. Cotos supuso casi otras dos horas, pero al llegar tuvimos la recompensa del bar que nos recibió con dos gloriosas cervezas y dos pinchos de cerveza.

Tremenda paliza y larguísima jornada pero que saben a triunfo. Esta ruta se merece nuestra visita con un poco más de asiduidad.

Nos vemos en la próxima.




El enlace a todas las fotos aquí: https://photos.app.goo.gl/4kJisnOVqLyW3Vt13












































No hay comentarios:

Publicar un comentario