18-10-09 MARATÓN KARACOL SIERRA NORTE

Tras un madrugón considerable (hemos salido de casa antes de las 7H) nos hemos juntado en La Cabrera: Alfredo, Jorge y yo para hacer esta última prueba del calendario madrileño. Se trataba del Maratón Sierra Norte que organiza el Club Karacol.

 

A las nueve menos cinco hemos salido del Polideportivo de La Cabrera unos seiscientos ciclistas. Alfredo se situó desde el principio en posición de cabeza y no le vimos hasta que llegamos a la meta. Jorge y yo hicimos una ruta al alimón. El día amaneció frío con una temperatura que no sobrepasaría los cinco grados. me puse por primera vez perneras y camiseta interior térmica, aunque a partir de las 12H empezaba a sobrar. Tras una vuelta de unos seis kilómetros alrededor del pueblo, con tramos sorprendentemente trialeros y atascos en algunos senderos, nos dirigimos hacia Cabanillas de la Sierra, donde llegamos a las 10:00h.

Desde allí continuamos hasta Navalafuente, veinte minutos después, donde estaba el primer avituallamiento y comenzaba la subida progresiva de 18 Km hasta llegar al punto más alto de la ruta, cerca de Bustarviejo. Antes pasamos por las inmediaciones de Miraflores de la Sierra. El segundo avituallamiento estaba ya en Bustarviejo, en el Km 42. Tras pasar cerca de Valdemanco, llegamos al puerto del medio celemín a las 12:25H. Aunque con alguna rampita apreciable y alguna trialera peligrosilla ha sido una subida progresiva y llevadera. En el Km 54 nos encontramos el tercer avituallamiento. En el Km 63 pasamos cerca de Lozoyuela y en el 69 el cuarto y último avituallamiento. Llegamos a la meta a las 14:09 tras recorrer casi 80 Km. Alfredo llegó una media hora antes, "un auténtico máquina". Si sale clasificación, hará un buen puesto.

 

No la hemos podido disfrutar al 100% porque hemos tenido problemas con la bici prestada que llevaba Jorge. Ya no sólo  por no estar acostumbrado a su geometría, reacciones, sillín, etc, es que no le entraban los piñones altos y en las rampas fuertes aquello se hacía duro hasta el punto de que casi tuve que convencerle de que nos parásemos para ajustarlo. Al final, le dimos un poco más de tensión y al menos le aguantó subiendo un par de piñones, lo que fue un respiro. Luego, bajando Jorge a toda pastilla, se salió del track en una zona no bien señalizada por las laderas de Valdemanco y a pesar de que me desgañité gritándole tuvimos que reagruparnos mediante llamadita de móvil.

 

En total ha habido cinco zonas de control. Parabas un momento y te ponían una letra en el dorsal. No tuvimos aglomeración, estaban muy organizados y en zonas donde el grupo se estiraba. La ruta ha sido muy divertida, con predominio de senderos y bastantes trialeras, aunque la mayoría asequibles para mí. Calculo que me bajaría unas cinco veces. Hemos coincidido los tres en que nos ha parecido una de las mejores rutas que hemos hecho por Madrid. El paisaje y los senderos, han sido una pasada. Han trascurrido por una zona montañosa sin ser sierra de alta montaña, con predominio de robles y jaras. Algunos pinos en la zona alta y de encinar en las de dehesa. En parte hemos rodado por la Cañada Real y muy poco por asfalto. El tiempo ha sido extraordinario, con un día de sol de otoño, frío a primera hora y unos 18º al llegar. La organización me ha parecido excelente. Muy bien señalizado en general y con gente muy amable en los cruces y zonas complicadas. En la meta nos esperó una reconstituyente comida a base de pasta, empanada y jamón recién cortado.

Hemos quedado en repetirla algún día en que Jorge tenga su bici a punto. A ver si alguien más se anima. Merecerá la pena, pues transcurre por unos paisajes increíbles y es asequible a un ritmo cómodo. A ver si lo conseguimos.