CdC o CDC, es el acrónimo que suele usarse en los foros de bikers madrileños cuando se hace referencia a la Casa de Campo. Auténtico pulmón de Madrid y, para ejemplo, los cientos de runners y bikers que nos fuimos encontrando. A esto añádanse los palistas del lago, los paseantes y, a partir de media mañana, los visitantes al parque de atracciones y al zoo. No nos encontramos, no sé si por la hora del día, las temperaturas o el celo de los municipales, otra clase de fauna que en otras ocasiones sí nos hemos encontrado.
Al juntarnos a las 9:00H y plantearnos por dónde tirar, dado que se habían caído a última hora Ángel y Óscar, le pregunté a José Antonio si había ido alguna vez a la CdC y, dada su negativa, allá que nos fuimos. Hasta llegar a Pozuelo cuenta con un tramo entretenido atravesando carriles por el Monte del Pilar, nuestro pulmón majariego particular. El puente sobre la M-40 da entrada en Pozuelo. Hay que hacer un pequeño callejeo para ir a parar por los bordes de sucesivos parques hasta llegar en paralelo al arroyo que atraviesa esta población. Entramos en la CdC por la entrada junto a las vías del tren, en la esquina más al norte de este espacio, casi donde confluyen la M-500 con el inicio de la M-503.
Lo primero que me llamó la atención es la hierba. Me dio la impresión de que estaba más crecida que otras veces para esta época del año. No tanto por la escasa lluvia caída, sino por la suavidad de las temperaturas de este invierno. Dispuesto a hacer de cicerone de JA, me planteé hacer un recorrido perimetral con algunas incursiones por senderos y la visita a la estación del teleférico. Así, tomamos el carril de bajada que deja a la derecha el cerro Covatillas y el cerro Garabitas, con frecuentes incursiones por senderos que transcurren en paralelo, hasta llegar al lago. Lo rodeamos y tomamos rumbo hasta el otro extremo, ya en paulatina subida, hasta la puerta del Zarzón, que va dejando a mano izquierda el antiguo recinto de la Feria de Muestras, el parque de atracciones y el Zoo. Del mismo modo, íbamos tomando cuantos senderos se nos iban presentando.
En franca subida, alcanzamos la puerta Rodajos hasta culminar en la entrada de Somosaguas, lugar de salida posterior. Desde este punto hicimos un bucle de senderos hasta la entrada a Húmera por el Montecillo, donde están las mesas de madera donde antaño nos sentábamos a tomar una barrita. En vez de seguir por el carril perimetral bajamos por algunos senderos y carriles que estaban tan embarrados que acabamos con las ruedas como las bicis de los Picapiedra. Añádese que en uno de los carriles acabé saltando lateralmente tras un resbalón, sin consecuencias. Afortunadamente encontramos una fuente que, aunque con un triste caudal, nos permitió con mucho afán y gracias al bote injustamente defenestrado de JA, darle una limpieza a lo más gordo del barro extremadamente pegajoso que se abrazaba a nuestras bicis. Tras este aligeramiento subimos hasta la estación del teleférico donde contemplamos algunas vistas de Madrid y tomamos el retorno con más subidas hasta la puerta de Somosaguas.
Desde aquí el tramo no tiene más interés, salvo el urbanístico, atravesando casoplones por Somosaguas y La Finca hasta entrar en Pozuelo junto al cementerio. (punto tampoco sin mayor interés). Seguimos callejeando por el centro hasta tomar esta vez la salida de la carretera Pozuelo-Majadahonda con el propósito de darle un lavado integral a las bicis en la gasolinera de Monteclaro, contra todos los consejos de mantenimiento pero con la acuciante necesidad de que se nos permitiera la entrada en casa.
Nos despedimos en el cerro del Espino, donde un grupo de seguidores junto a un cámara de TV se agolpaban junto a los campos de entrenamiento del Atlético en busca de autógrafos y fugaces imágenes de sus futbolistas saliendo en cochazos.
Día de sol, en las vaguadas temperatura mínima de 6º que fue subiendo, lo mismo que el viento desde media mañana que hizo más incómodo el regreso a casa pero nos permitió cosechar un día más de pedaleo en escasa pero excelente representación de los BB. Y no lo digo por mí.
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Juan, gracias por hacer de Cicerone y por compartir conmigo la mañana del domigo dando pedales. Fue un placer y un disfrute. Que gozada leer tu crónica y ten por seguro que los BB contigo estna mas que bien representados. Saludos
ResponderEliminarUn placer. A ver si animamos a Juanjo, que es el experto en la CdC. Conoce senderos alucinantes
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