febrero 11, 2018

"Cosas veredes,


amigo Sancho", al parecer no es del Quijote. Tiene una raíz más antigua. Hasta el Mío Cid. "Cosas tenedes Cid, que harán fablar las piedras."  O sea, ¡Lo que hay que ver!
 
Cuando llegábamos Val y yo a Valdemorillo por el carril desde la Cañada Real, en "mitad de la Nada", antes de llegar a la cruz de granito en una cuneta a la izquierda, nos encontramos a un hombre tirado en el suelo. En sombra. A pesar del  viento frío y aunque pegaba el sol metros a la izquierda y a la derecha. Desmadejado. Las piernas torcidas.  Apariencia de palmeta total.  Paramos con sobresalto.  Antes de llamar al 112 le gritamos "¡Oiga!: ¿Está bien?". Se removió. Nos miró. Sin levantarse. Era un hombre con barba cana pero sin bigote. Apariencia magrebí. Nos dijo algo apenas inteligible. Val le entendió que "había tomado María". Pasmados, le dejamos. Cien metros más adelante nos topamos con una chica con un pañuelo en la cabeza. Nos hace una seña. Paramos. Nos pregunta que si sabemos dónde está la  lavandería. Que alguien le había dicho que había una a la salida del pueblo. Llevaba una bolsa de plástico con ropa. Le aseguramos que por allí no la había. Todo esto  parecía más propio de la película "Amanece que no es poco". Seguimos y entramos en el pueblo. Paramos a reponer agua en la fuente. Los petardazos siguen tronando de vez en cuando. Sostengo que es de algún paisano que ahuyenta a los pájaros de su finca de esta guisa. Los he escuchado otras veces cuando pasamos por ahí. No comprendo que en el pueblo no se lo impidan. Al atravesar el centro estaba vallado. Había puestos de artesanía, chucherías y aires de fiesta. La gente bebía y picaba algo. No vimos puntos de venta de maría ni señales hacia la lavandería.
 
Val me avisó de que venía a Madrid con ganas de hacer una ruta XL para entreno de resistencia. Al menos unos 100Km, aunque a ritmo conciliador. Soy facilón. A las 9 salíamos de Majadahonda con Miguel, que me avisó el día antes que se apuntaba a lo que hiciéramos. Anunciado en Whatsapp, Ángel también se nos unió en la rotonda junto al puente sobre el Guadarrama antes de llegar a la estación de seguimiento de satélites. Bajo  la M-503. Al menos, en una parte de la ruta.
 
Los cuatro rodamos juntos hasta Quijorna. Ángel se despidió y atravesamos el pueblo para tomar un ramal de la Cañada Real. Junto a la estatua del pastor y las ovejas había un grupo con unos catalejos de camuflaje. Nos paramos a pegar la hebra. Iban a observar aves. En concreto, querían ver y fotografiar algún ejemplar de águila real. Salió el tema de que veníamos desde Majadahonda. Nuestro interlocutor mostró su sorpresa pues también vive allí. Cerca de la iglesia de Santo Tomás Moro. Monta en bici  y se mostró interesado en salir con nosotros algún día. Se llama Julián. Nos intercambiamos los teléfonos.

Como el tramo de la Cañada Real entre  las Barranquillas y las Cuestas del Salobral  sigue desaparecido, continuamos en dirección a Chapinería. Cruzando el arroyo está el punto más bajo de la ruta, a 506m de altitud. A partir de aquí todo en progresiva subida durante 23Km. Fuimos abriendo y cerrando las puertas en los laterales de las fincas valladas. Algunas con vallas electrificadas. O es para que no se escapen los bichos objeto de caza o  para que no salten los intrusos que los buscan. Cerca de la M501 giramos a la derecha, hacia la urbanización Valquigoso, en dirección a Colmenar del Arroyo. Sin llegar a esta población volvimos a girar a la derecha por el camino de Navalpozo, nos aproximamos a la urbanización Valle del Sol y pedaleamos por el Camino del Canal en la conducción Picadas-Majadahonda hasta el entronque con la Cañada Real.

En dirección a Navalagamella cruzamos la M-510, bordeamos la residencia de las Jesuitas y entramos en una dehesa cercana a la estación de seguimiento de satélites de Fresnedillas. Nueva subida hasta el punto más alto de la ruta, cercano a esta población. A 926 m de altura y en el Km 60. Hemos cruzado la M-521 y ya tenemos a la vista toda la Sierra de Guadarrama. Continuamos por el carril hacia Peralejo. pero a la vista de la hora que era nos desviamos a la derecha en dirección a Valdemorillo. Antes de llegar nos encontramos el panorama descrito al principio de la crónica.

En Valdemorillo nos recibieron los petardazos y las vallas impidiendo el paso hacia el centro. No sé qué se celebraba o simplemente por ser fin de semana, que no es poco. Fuimos atravesando vallas y grupos de gente. Salimos bordeando el cementerio y coronamos a la vista de un inmenso valle  con Madrid al fondo. Bajamos por el Camino del Canal, atravesamos el campo de polo y alcanzamos Villanueva del Pardillo.  Seguimos por el camino de tronquitos pasando por la ermita hasta Villafranca del Castillo.

Tras la subida pestosa por los tubos llegamos a Majadahonda. Objetivo cumplido.

El enlace a todas las fotos aquí: https://photos.app.goo.gl/KoKTiMPw3baLo5Bu2

 



















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