Por fin, tras no sé cuántas rutas sin conseguirlo, culminamos con la oportuna cervecita. Esta seña de identidad de este grupo (el maillot y el lema de este Blog no son broma) se nos iba escapando. Prisas, rutas largas, ¡qué sé yo! Un fin de ruta sin cerveza es como una comida sin postre. Hoy lo hemos conseguido. Una ruta donde ha habido de todo y con regreso a hora razonable.
Hemos salido a las 9 desde Majadahonda José Antonio, José Manuel, Julián (invitado de honor con quien nos encontramos en la última ruta al pasar por Quijorna) Val y este escribano. Con Ángel nos juntamos en el cruce del Camino del Canal con la subida a Las Cuestas.
Agrupados, hemos subido por la cuesta del agua en busca del embalse de Valmayor. Pasamos por la vereda entre muros de piedra hasta el entronque con la pista asfaltada hacia Colmenarejo. Giramos a la izquierda pocos metros más allá y tras varios tramos llegamos a la ermita antes de bajar hacia el embalse. Ángel se despidió aquí y el resto descendimos hasta el embalse, de nuevo muy bajo de nivel. Lo atravesamos por la antigua carretera y bordeamos su margen derecha hacia el embalse de los Arroyos.
Cruzamos por su presa y lo bordeamos por el sendero, siempre divertido, hasta llegar a la urbanización de los Arroyos, cerca de la estación de las Zorreras. Continuamos hasta la ermita del Cerrillo, cerca de Collado Villalba y bajamos por la Cañada hacia la puerta verde en dirección a Galapagar. Tras atravesar esta población coronamos en el carril de los altos de Galapagar y seguimos por el carril hasta llegar a Las Cuestas.
Tras tomar el Camino del Canal llegamos a Villafranca del Castillo. Por la subida pestosa y el cruce por los tubos del Canal, llegamos a Majadahonda a la hora prevista.
La reconciliación con la cerveza culminó una ruta que comenzó con niebla y finalizó con sol, día precursor de una primavera que se acerca.
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