Con lluviosas previsiones y tras haber caído la del pulpo por la noche, nos hemos encontrado en Tres Cantos: Alberto, Alfredo, Javier, José Manuel, Sergio y este secretario, dispuestos a intentarlo.
Comenzamos pedaleando por el carril bici hasta llegar a Colmenar Viejo. Bordeamos esta población por el carril que desemboca en el tramo trialero del Camino de Santiago. Esta parte es muy divertida, si bien el terreno, tal como comprobamos toda la jornada, estaba muy pesado, con abundantes charcos y costaba mover la bici. Llegamos al puente del viaducto de la carretera de Cerceda y continuamos por la Cañada en dirección Manzanares El Real. Tras la bajada trialera cruzamos el embalse donde nos reagrupamos. Pedaleamos por la carretera hasta tomar el carril que transcurre en paralelo a ésta y al embalse.
Fuimos evitando charcos mientras pudimos hasta llegar a un punto de vadeo complicado, salvo para los espíritus asturianos. Nuevo pedaleo por carretera hasta localizar un carril que queríamos explorar. Comenzó en vereda e iba transcurriendo con la normalidad del día (barro y charcos) hasta que nos tropezamos con un arroyo que inundaba el carril. Dudamos entre saltar a las fincas colindantes, donde pastaban unos toros con desconocidas intenciones o vadear el arroyo de marras. Tras una serie de dudas optamos por el vadeo, donde conseguimos empaparnos del todo. Llegamos al carril bici que viene de Soto del Real y nos desdoblamos. Alfredo y Sergio siguieron por el primero y el resto tomamos el carril que bordea la cárcel de Soto y llega hasta los estudios de cine de la Dehesa de Navalvillar. Continuamos carril abajo por el valle del arroyo de Tejada, siempre en paralelo a la autovía de Colmenar. Cruzamos por debajo de ésta y seguimos por el carril bici hasta Tres Cantos.
Nos llovió en algunos momentos, pero no molestó. Temperaturas entre 5-7º. Hasta la próxima.
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