En un día soleado de Otoño hemos salido desde Cercedilla Álvaro, Ángel, Javier, Val y este secretario.
Esta vez hemos salido hacia La Solana para cambiar de vertiente y bajar por la Senda del Arcipreste (así no hay dudas de si es o no "ciclable") y rodar por el Valle del Río Moros hasta afrontar la puñetera pendiente del Collado de Marichiva. Tras una leve parada continuamos hasta llegar al Puerto de la Fuenfría. Tras la bajada rápida y siempre divertida por el Carril del Gallo, llegamos hasta una de las "siete revueltas" para dirigirnos hacia la pista asfaltada que lleva hasta Valsaín. Unos kilómetros pasados la barrera tomamos el carril de subida a Cotos por el Camino Viejo del Paular. Coronado Cotos y tras un descansito, pedaleamos por la carretera hasta el Puerto de Navacerrada. Tras bajar un par de kilómetros hacia Navacerrada giramos a la derecha camino de la estación de tren y bajamos por el Camino del Calvario, esta vez peligrosillo por las piedras y roderas de la última lluvia. Cuando llegamos a Cercedilla, que estaba en fiestas, nos encontramos cerrados los dos bares habituales. Proseguimos hasta Guadarrama y había más fiestas. Todo estaba petado y tratamos de ir a un bar que conoce Álvaro, pero nos lo encontramos cerrado. El mal fario nos perseguía. Javier y Val desistieron, pero el resto nos conjuramos para acabar con unas cervezas. Y acabamos en la carretera de El Escorial-Valdemorillo, en un bar donde hemos parado alguna otra vez.
Ha hecho frío a primera hora y el cambio de vertiente y el sentido de la ruta nos ha hecho pasar frío en algunos tramos. Por último, es sorprendente la diferencia entre el Camino del Calvario en su zona umbría y el carril de tierra de aproximación a Cercedilla. Hay una diferencia mínima de 5º. Esta ruta es exigente en algunos tramos, a la vez que divertida en sus tramos de bajada. Y se totalizan unos 1.500m de desnivel acumulado en subida.
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