enero 30, 2016

Improvisando

Después de la cena no hubo muchas ganas de convocatoria para el sábado, demorándola para el domingo. Pero al levantarme, decidí hacer algo. Por si acaso, lancé un mensaje al grupo y Óscar se animó, así que hicimos un mano a mano.
 
Salimos desde Majadahonda por las lomas de Boadilla hacia el río Guadarrama. En este tramo el carril atraviesa  las inmediaciones de una casa donde a sendos lados se hayan dos ejemplares de mastín sujetos por una bendita cadena.  Las susodichas no llegaban por pelos al  encogido ciclista, que bordeaba sinuosamente sus fauces bajando escopetados por si acaso el material no aguantaba sus embestidas. Álvaro fue testigo de estas circunstancias hace un par de semanas.

Cruzamos el puente de la carretera que va a Brunete y en vez de tirar por el carril paralelo al río tomamos el de la izquierda, que bordea la urbanización El Palancar hasta entroncar con la subida que viene del vado junto al castillo. En este punto decidimos hacer el recorrido habitual de Brunete y Quijorna para volver por Villanueva de la Cañada. Bordeamos al campo de golf y bajamos hacia el vado, subiendo por la cuestecita donde recientemente Marcos tuvo una demostración de la ley de la gravedad en el hoyo del tubo.

Subiendo poco a poco llegamos a buena hora a Majadahonda, en un día improvisado que sirvió para bajar la cena del día anterior y hacer piernas.

El enlace a todas las fotos aquí:
https://picasaweb.google.com/115399828583574904575/30DeEneroDe2016MajadahondaBoadillaVCanadaBruneteQuijornaVCanadaMajadahonda

















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