junio 04, 2017

El Pasapán

es un puerto escondido, que sólo se abre cuando hay bikers  dispuestos a coronarlo. No es un lugar de paso ni de acceso de esos grupos que pululan por La Fuenfría. La Junta de Castilla y León ha erigido un pequeño monolito de granito que lo bautiza en femenino, como "Puerta de Pasapán". Tiraremos del hilo para conocer su origen toponímico.

José Manuel propuso para el sábado hacer esta ruta.  No hubo más asistencia, a pesar de existir en el grupo convencidos pasapanistas . Pasadas las ocho salimos de Cercedilla hacia las Dehesas para subir por la carretera de la República. La temperatura era fresquita, unos 15º, pero con sol. A esas horas no hay mucha afluencia de personal, salvo algunos senderistas que aparcan frente al Cirilo o un poco más arriba. Fuimos subiendo tranquilos, fotos varias, paradita en el Reloj de Cela, el Mirador de la Reina y alcanzamos La Fuenfría.
 
Tras un pequeño alto para ponernos los chubasqueros comenzamos el rápido descenso hasta la Fuente de la Reina. Otra foto y seguimos por la pista hasta retomar el tramo del Camino de Santiago. Un corzo saltó desde la cuneta  y se perdió entre los árboles. Tras bajar la trialera frente al comedero de buitres llegamos a la pradera donde se alcanza a ver Segovia. Giramos a la izquierda y continuamos en busca de la cabecera del embalse de Revenga. Grandes nubes comenzaban a concentrarse en las montañas, que no nos abandonarían hasta cruzar el Pasapán y un poco más allá del río Moros. Desde esta zona comenzamos a ver señalizaciones de la ruta Madrid-Segovia que se celebraba hoy. Tras subir por la vereda desde el puentecito nos encontramos con un chaval de la Organización  que andaba algo desorientado. No estaba seguro de su emplazamiento. Le hicimos una foto a las coordenadas del GPS y le dejamos buscando cobertura con el móvil para ponerse en contacto con el que coordinaba la prueba.
 
Tras un tramo de campo a través conectamos con la Cañada Real. La tomamos en dirección Oeste. De vez en cuando veíamos las tiras de plástico que señalizaban la prueba. En un alto junto a un carril había una furgoneta con la  puerta trasera abierta.  Parecía la típica furgoneta que vende melones o sandías en la carretera. Me acerqué. Había un chaval en la parte trasera. Le dije " Hola buenas. Por favor,  dos perritos calientes con patatas fritas y unos aros de cebolla". El chaval se quedó parado y en seguida sonrió. Allí estaba en mitad del campo. Tenía que esperar hasta las siete u ocho de la tarde cuando pasara el último participante. Seguimos por la Cañada Real hasta llegar a la fuente cercana a la subida al Pasapán. Esta fuente tiene una dedicatoria: "A Paco, hombre campero. Ayuntamiento de La Losa. Año 2006".

Cuando se cruza la barrera de subida al Pasapán ya sabes a lo que te enfrentas. El tramo hasta llegar a la curva donde el carril comienza a ir algo más en paralelo a las curvas de nivel del monte, es sumamente pestoso. Se hace eterno. Frente a lo habitual cuando pedaleas, es mejor mirar al suelo que de frente. No cambian el terreno ni el paisaje. Es como si pedalearas sin moverte, pero con esfuerzo. Pesadilla del biker. Llegados por fin a la curva, el carril se va haciendo sinuoso, alternándose el paisaje y ascendiendo en progresión hasta llegar al Portachuelo. Al coger altura la niebla comenzaba a hacer presencia. Afortunadamente, la temperatura nos estaba ayudando a hacer una ascensión menos penosa. Íbamos atravesando zonas de canchales y las curvas cruzando el torrente que en algún sitio se encauza con una tubería a modo de fuente. Hay en estos tramos alguna vallita de alambre que hay que abrir y dejar cerrada. El terreno se va volviendo pedregoso y las curvas o zetas se van haciendo cada vez más cercanas. Al fin coronamos.

La niebla nos rodeaba y el viento sin ser fuerte no aconsejaba mucha demora. Aparte del monolito de la Puerta de Pasapán,  desde el comedero de buitres  he ido observando distintas señalizaciones de vía pecuaria, senderos  marcados y otras muestras de urbanismo campestre. Lo que es surrealista es la presencia de una señal de tráfico de "Entrada prohibida a personas" (ver foto en el enlace de Google Fotos) en la curva antes de la bajada. Esto tiene que ser obra de alguna despedida de soltero que acabó muy mal....

Comenzamos la bajada hacia el valle del Río Moros. Es un tramo rápido con carril de piedras y zonas de tierra prensada con los bordes cubiertos por retamas. Hay que tener cuidado con una barrera pintada de verde oscuro. En condiciones de baja visibilidad te la puedes tragar. Un poco más adelante comienza el cortafuegos con piedra muy suelta. Cuando se hace más liso te dejas caer en plan tobogán hasta llegar a una zona más llana, donde hay que salirse para coger un carril a la izquierda que baja hasta el río Moros.

Atravesamos el puente. El río bajaba con agua. Seguimos por la pista hasta la barrera de la pradera Campanillas. Allí había un punto de avituallamiento de la Madrid-Segovia que les desviaba en dirección a San Rafael por La Panera. Seguimos por el carril hacia la Senda del Arcipreste y con el propósito de hacerla, pero venían bikers de frente y no tenía sentido. Ellos bajando, nosotros subiendo. La vereda no da para tanto tránsito. No nos quedó otro remedio que seguir carril adelante hasta la N VI y subir por carretera al Alto del León. Coronado y descendido un par de kilómetros  en dirección a Guadarrama, nos salimos de ésta a la izquierda. Tomamos el carril de la Solana en dirección a Cercedilla.

Al llegar bajo las torres de alta tensión nos encontramos otra vez a los bikers de la prueba. Subían por el carril desde Cercedilla y les desviaban por esa vereda con rampón que conocemos muy bien, en búsqueda de la senda del Arcipreste. Me paré a verlos.  Todos subían empujando las bicis en una hilera interminable. Seguimos por el tramo que transcurre en descenso, muy despacio, pues los bikers venían en subida y por todo el ancho de la pista. Cuando llegamos a la zona de ascenso hasta llegar bajo La Peñota, igualmente muy despacito, pues los bikers bajaban despendolados por este tramo. Junto a la fuente, se veían numerosos bikers subiendo. Bajamos hacia Cercedilla con cuidadín. Mucha gente pasándolo muy mal. Algunos subían por el carril empujando sus bicis. Rostros congestionados. Gente con calambres. La Solana es mortal a esas horas de la tarde. Antes de las vías del tren tiramos por la vereda de siempre y entramos a Cercedilla frente a la nave de los coches antiguos. Cruzamos el puente. Llegamos.

Nos pedimos unas cervezas y unos huevos fritos con patatas. Helio se sentó con nosotros  y  hablamos un rato. Nos pedimos unos postres caseros muy recomendables: Unas natillas y una leche frita. Y para casa.
 
El enlace a todas las fotos aquí: https://goo.gl/photos/yvdmdSQzMvscJFbcA






































1 comentario:

  1. Una ruta ideal para ir con un compañero como Juan. Dado que no quise ir a Vitoria para la Euskadi Extreme - diluviaba - propuse a Juan hacer una ruta tanto o mas dura. Asi que nos fuimos para el Pasapan....subimos como motos la Fuenfria y yo menos rapido el Pasapan. Juan esta que se sale.
    Todo lo que narra - mas que cuenta Juan -es cierto y si cabe señalar que aunque llegamos juntos arriba del Passapan, si hubiera venido Belmonte me hubieran metido 30 minutacos con la gorra.
    Dia con buena temperatura para un biker y con buena compañia. Para repetir con mas gente. Jose Manuel Martinez

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