junio 09, 2018

Perder un tornillo

Entre las cosas más desesperantes que pueden ocurrirte montando en bici es perder un tornillo. Uno está preparado para pinchazos, cortes en las cubiertas, roturas o enganches de cadena y hasta doblar la pata del cambio, pero... ¿Estamos preparados para perder un tornillo?

Todo iba estupendamente hasta que al entrar en Peralejo José Antonio quiso revisar algo en los mandos del cambio trasero, que no iba bien. Tras trajinar en la bici descubrió que el tornillo que fija la cajita de los mecanismos en el manillar se había perdido. Tras el cabreo,  la incertidumbre. Puso una corona intermedia y a partir de ese momento salió del paso. Es más, pedaleó estupendamente jugando con los tres platos.
 
En mi vida de biker recuerdo otras tres "pérdidas de tornillos":
 
En agosto de 2009 Alfredo, Jorge C y yo cometimos el atrevimiento de participar en la ruta "Camino a la perdición" en Villalba de los Barros, Badajoz. (Hay una entrada en el Blog). Jorge y yo viajamos juntos en mi coche. Cuando llegamos al aparcamiento frente al hotel bajé mi bici de las barras del techo. En ese momento: clink, clink. Un tornillo se desprendió de la bici y rebotó por el capot.  La revisamos  de arriba a abajo. La probé. Funcionaba. La agité. No hubo manera de saber de dónde procedía. Me temblaron las canillas pensando en la rutita.... Al final, justo en la salida, al meter el GPS en su soporte descubrí que el tornillito era de ahí.
 
Ruta desde Tres Cantos con Alfredo y regreso por los vados del arroyo de Tejada. Al cruzar uno de ellos, de repente paró. La transmisión no funcionaba. Nos paramos. Se había desprendido el tornillo de la roldana de abajo y ésta se había perdido. Estuvimos buscando palmo a palmo. Apareció la roldana con los casquillos. Apareció un mastín que nos olisqueó allí tirados por el suelo. Y, milagrosamente, apareció el tornillo...
 
Semana Santa en Canarias. Hace dos años. Bajaba por el barranco de Fataga hacia Maspalomas. Hay unos tramos con mucha pendiente y mal terreno. El sol me daba con mal ángulo pero lo solucionaba con la visera y su movimiento por el carrilito de plástico. De repente, la visera se fue para atrás. La empujé con la mano. Se volvía para atrás al coger velocidad. Paré. Se había perdido el tornillo del carrilito. Bajé como pude despacio hasta que el terreno se hizo más horizontal y salí de aquel trance. En Maspalomas compré un tornillito en una ferretería, y hasta hoy. (Es el casco que uso actualmente)
 
Volvemos a la ruta. Dada una solución,  continuamos a toda prisa hacia la Cañada Real camino a Valdemorillo. Yo tenía que estar necesariamente cuanto antes en casa, así que salí escopeteado. Fuimos descolgándonos en tres grupos según urgencia o ritmo de cada uno.
 
La ruta completa partiendo de Majadahonda ha pasado por Villafranca del Castillo, Las Cuestas, Galapagar, Puerta verde, Dehesas y puertas hasta El Escorial. Peralejo, Valdemorillo, Jarabeltrán, Camino del Canal, Campo de polo, Villanueva del Pardillo, Villafranca del Castillo y llegada a Majadahonda.
 
Buen tiempo, buena temperatura para montar en bici y el terreno menos pesado que en las últimas rutas. Hemos salido Álvaro, José Antonio, José Manuel, Julián y este escribano.
 

El enlace a todas las fotos aquí: https://photos.app.goo.gl/2WNT9fh5AtCgVup38





























2 comentarios:

  1. Buenísima entrada Don Juan.
    Algún tornillo más se te habrá perdido rufiannnnnnn!!!

    De las mejores salidas que hemos hecho, con la semi-trialera hacia Peralejo y el detalle de la aventurilla del tornillo de J.A. (como pedaleaba a la vuelta, el jodío.....).

    Graciasssss.

    ResponderEliminar
  2. Ja ja ! Prepárate a descubrir rutas por la Sierra. Alucinarás

    ResponderEliminar