noviembre 24, 2012

Cercedilla-Camino del Calvario-Puerto de Navacerrada-Bola del mundo-Loma del Noruego-Cotos-Puerto de Navacerrada-Camino Schmid-La Fuenfría-Carretera de la República-Veredas-Cercedilla


Hemos salido desde Cercedilla: Ángel, Jon, Juan B y este secretario. La temperatura era baja sin exagerar (8º) y con un día más bien plomizo.
 
Cruzamos Cercedilla y emprendimos la subida al puerto de Navacerrada por el camino del Calvario. Desde el principio, Ángel y Juan marcaron un ritmo vivo y les acabamos perdiendo. Tras sufrir un rato, nos reagrupamos junto a la barrera, en las proximidades de la estación de tren y continuamos por carretera hasta coronar el puerto de Navacerrada.
 
En este tramo comenzamos a notar el fuerte viento. Empezamos a subir hasta la Bola y Ángel tiró por un carril que va zigzagueando y se encuentra con la pista asfalta bastante arriba. ¡Está hecho un toro! Juan B se nos fue también por la pista con una facilidad pasmosa y coronó el primero. El viento nos empujaba lateralmente con fuerza y en algunas vueltas lo hacía a favor, aunque en general y como suele pasar, molestó considerablemente. Juan B nos tuvo que esperar arriba y se estaba quedando helado. El termómetro marcaba 4º pero la sensación térmica con el viento era brutal. El video dejó de funcionar en la Bola del Mundo. Parece que de nuevo, en cuanto baja la temperatura y al cambiar de batería, no arranca. Estuve intentándolo reseteándolo, cambiando la batería, y nada. Nos perdimos la grabación del recorrido más bonito del día.
 
Seguimos la marcha para bajar por la Loma del Noruego. Esta vez lo hicimos mejor y pateamos menos que en julio, aunque hubo algunos tramos donde nos bajamos. Sorteando piedrolos afilados como hachas y de un tamaño considerable, íbamos descendiendo por las laderas que están situadas por encima de la estación de esquí. Miles de piedras más tarde, el camino comenzaba a tomar forma de vereda más ciclable y disfrutamos bajando hasta llegar a Cotos. Sin pararnos, seguimos por carretera hasta el puerto de Navacerrada con un fuerte viento en contra que era como una pared. Nos estiramos en desigual lucha contra los elementos y nos reagrupamos en el puerto para tomar el camino Schmid.
 
Estaba muy concurrido de senderistas, por lo que procuramos molestar lo menos posible. Tramo siempre disfrutón, con una concentración absoluta por la presencia de piedras y obstáculos que te hacen maniobrar con cuidado. Llegamos al puerto de La Fuenfría y, cuando comenzábamos a bajar, nos encontramos subiendo desde Cercedilla a Álvaro y a su mujer, Elvira. ¡Como una campeona!  
 
Seguimos pedaleando en bajada  por la carretera de la república y, tras pasar los miradores, comenzamos a bajar por la vereda de enmedio. Esta vereda es una pasada. Tiene algún tramo técnico que se solventa según la capacidad de cada uno y que tiene enganchado a Juan B, que soñaba con repetirla. Es una vereda rápida, entre pinos, con zonas de tierra, piedras y raíces y que desemboca junto a un puentecito de madera (más bien dos tablones) por encima del aparcamiento cercano a la calzada romana.
 
Seguimos bajando entre veredas hasta llegar al carril que nos llevó a la carretera por debajo de la caseta de información. Tras el descenso rápido por asfalto llegamos a Cercedilla con la devoción de tomarnos unas cervezas muy frías, cosa que hicimos. De todo esto, como secretario, doy fe.

El enlace de lo que pude grabar (hasta la Bola del Mundo), aquí: http://www.youtube.com/watch?v=lcYL-BHgKEY&feature=plcp



 



  


 

 




 




 




 





 





















 







 


 

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