RUTA IMPERIAL 2012

 

 

Nos presentamos allí Jacobo y yo (Oscar, te estuve buscando, ¿fuiste al  final?) con el tiempo justo para que diesen la salida y empezásemos subiendo Malagón a ritmo tranquilo para ir dosificando. El cambio de temperaturas fue brusco y debimos empezar con unos 3º aproximadamente.

Llevaba dos semanas con dudas sobre si acudir a la Imperial ya que por una carrera popular tenía bastante tocada la rodilla. Efectivamente, no llevábamos ni cinco kilómetros cuando me tuve que tomar un Nolotil (ya llevaba puesto de casa un Ibuprofeno y Voltaren en pomada) Continuamos la

subida hasta acabar Peguerinos, hicimos una bajada muy larga y rápida con piedras en el camino muy divertida y llegamos al primer avituallamiento en el que sólo nos dieron agua. Suspenso para la organización.

Durante la segunda parte atravesamos el valle de Peguerinos en el que en varias ocasiones cruzamos por el cauce del río. Esta zona es realmente bonita. Pasamos por debajo del puente del río Cofio y ya por entonces mi rodilla no podía más así que en esta ocasión me tomé un Voltarén en pastilla. El cupo del día en medicamentos estaba completo así que la suerte estaba echada...

A la altura de Valdemaqueda en una bajada bastante rápida y con varios saltos y roderas nos encontramos con ¡cinco accidentados! El juramento hipocrático de nuestro amigo Jacobo nos detuvo lógicamente y tuvimos que esperar tres cuartos de hora hasta que vino el helicóptero de rescate ya que la zona era de difícil acceso. El saldo fue dos clavículas rotas, un hombro salido y dos ontusiones de cabeza con perdida de conocimiento incluida además de una rotura de vértebra.

Completamente fríos empezamos una nueva carrera en la que todavía nos dio tiempo a recuperar varias posiciones. Sufrimos un poco con la subida a Robledo de Chavela y disfrutamos con la calzada romana sabedores ya de que finalizaríamos la carrera. Una pena que en la llegada no hubiese unas

cervecitas y unos bocadillos, se echó en falta.

Alvaro