Nada como la ruta “rodadora” de cueva de Valiente para que Antonio decida
reengancharse a las salidas de los fines de semana, ¡sí señor!. Quedamos en San
Lorenzo: Angel, Antonio, Jacobo, Jon, Juan y servidor, para hacernos esta ruta a
la que yo especialmente le tenía muchas ganas.
La previsión era buena aunque amanecimos con un día que cubría todo Madrid de una densa capa de niebla. Subimos el puerto de Malagón por las zetas y desde lo alto se podía contemplar como todo lo que nos daba la vista estaba cubierto de un espeso manto de algodón, que al no haber nada de viento estaba completamente estático, una vista espectacular. Continuamos por la bajada hacia la presa de Peguerinos con un sol digno del mes de junio y pusimos camino a la subida de cueva de Valiente. Dura, muy dura, pero al final la sacamos con buena cara.
Ya pasada la parte más exigente del día continuamos hasta llegar de nuevo a Malagón, esta vez bajando por una trialera muy divertida. En este punto y con la euforia de las bajadas, no controlé la velocidad y en un tramo de piedras sueltas salté despedido por el aire y fui a dar al suelo con la cabeza y el hombro..., la caída me dejó KO por unos minutos y ya algo recuperado bajamos a ritmo tranquilo hasta el aparcamiento.
Menos mal que Juan tenía preparado el reconstituyente: unas cervecitas Alhambra reserva, jamón y queso del bueno. Una ruta muy bonita, buenas subidas, trialeras de vértigo, un día soleado y la lección sin graves consecuencias de ser un poco más prudente en las bajadas, hacen de la ruta de ayer un día para no olvidar.
PD. Después de varias radiografías y comprobar que no había nada roto, el médico solo me ha diagnosticado policontusión, hematomas varios y castigado un mes sin bicicleta, ya veremos...
Alvaro.
La previsión era buena aunque amanecimos con un día que cubría todo Madrid de una densa capa de niebla. Subimos el puerto de Malagón por las zetas y desde lo alto se podía contemplar como todo lo que nos daba la vista estaba cubierto de un espeso manto de algodón, que al no haber nada de viento estaba completamente estático, una vista espectacular. Continuamos por la bajada hacia la presa de Peguerinos con un sol digno del mes de junio y pusimos camino a la subida de cueva de Valiente. Dura, muy dura, pero al final la sacamos con buena cara.
Ya pasada la parte más exigente del día continuamos hasta llegar de nuevo a Malagón, esta vez bajando por una trialera muy divertida. En este punto y con la euforia de las bajadas, no controlé la velocidad y en un tramo de piedras sueltas salté despedido por el aire y fui a dar al suelo con la cabeza y el hombro..., la caída me dejó KO por unos minutos y ya algo recuperado bajamos a ritmo tranquilo hasta el aparcamiento.
Menos mal que Juan tenía preparado el reconstituyente: unas cervecitas Alhambra reserva, jamón y queso del bueno. Una ruta muy bonita, buenas subidas, trialeras de vértigo, un día soleado y la lección sin graves consecuencias de ser un poco más prudente en las bajadas, hacen de la ruta de ayer un día para no olvidar.
PD. Después de varias radiografías y comprobar que no había nada roto, el médico solo me ha diagnosticado policontusión, hematomas varios y castigado un mes sin bicicleta, ya veremos...
Alvaro.
El enlace al video aquí: http://www.youtube.com/watch?v=beFwYvMDxis
¡¡QUE ENVIDIA!!!
ResponderEliminarRepetiiremos! Y con nieve mejor!
ResponderEliminarEl secre
Alvaro,
ResponderEliminarMe alegro de que todo se haya quedado en un susto...!
Abrazos para todos y feliz 2013!
Juan P.