Parecía que con la
Semana Santa tendríamos problemas de asistencia pero finalmente
hemos conseguido juntarnos para el jueves Angel, Jose Antonio, Oscar
y el que suscribe.
Desde luego que hoy ha
sido un día de estrenos. Primeramente hemos estrenado los chalecos y
chaquetas oficiales Boulder, Angel estrenaba una Go Pro que le habían
regalado por su cumpleaños y más tarde estrenaríamos nueva senda
de bajada desde Abantos nuestro propósito de la jornada.
Así pues con el éxito
de salir en un día soleado empezamos a pedalear desde el
polideportivo de Galapagar hacia la puerta verde. Desde allí fuimos
hacia el camino de las puertas con algún que otro charco debido a
las lluvias recientes y llegamos a El Escorial para empezar a subir
hacia el monasterio de San Lorenzo. Yo iba detrás viendo la energía
con la que Oscar seguía a Angel y no pude evitar pensar que el amigo
se estaba marcando entrenamientos en secreto porque si no, no era
comprensible.
Llegados al monasterio
aprovechamos para comer algo y los que íbamos bien preparados
quitarnos algunas capas de ropa que el sol empezaba a apretar y
Malagón estaba a la vuelta de la esquina para hacernos sudar de lo
lindo.
Ya avituallados empezamos
a subir hacia las zetas y como siempre con ese ritmillo despreocupado
a simple vista pero que por dentro te hace apretar los dientes sin
que lo note nadie...Que malos somos. Una vez arriba Angel, Jose
Antonio y yo aprovechamos para descansar mientras llegaba Oscar que
entre resoplidos nos iba anunciando que le había dado un pajarón
fruto de ir forzando desde que salimos de El Escorial.
De primeras se quería
bajar, pero nada como un gel y la promesa de llegar a Malagón para,
en caso de no estar en condiciones ponernos a bajar por la nueva
trialera. Así que continuamos hasta Malagón y un nuevo gel hizo que
Oscar nuevamente accediese a seguir subiendo hasta Abantos. Total, ya
no quedaba casi nada. Foto al embalse del Tobar y en marcha.
Subimos por la pista con
algo de nieve que había resistido las nuevas temperaturas y nos
paramos en el mirador de Rubens (otro descubrimiento para mi) para
hacer unas fotitos cuando Oscar dijo basta. Apoyado por la hora de
comer que se nos echaba encima acordamos dejar la conquista de
Abantos para otro día y dar la vuelta.
A pocos metros cogimos un
sendero de piedras muy divertido que sale de la izquierda y que ya en
alguna ocasión hemos hecho. Acabamos a pocos metros por debajo de
Malagón y cien metros después, a la altura de la pradera de las
vacas cogimos el nuevo sendero-trialero y comenzamos una espectacular
bajada entre zetas, piedras, raíces y saltos que nos dejó
directamente a la altura de la presa del Romeral y sin casi fuerzas
en los brazos de la tensión acumulada.
Bajamos nuevamente hacia
El Escorial y desandamos los rodado hacía Galapagar y los coches
para llegar a una hora decente a casa.
Una salida redonda aunque con una seca despedida.
Alvaro.
Nota: Buen comportamiento de la nueva equipación y genial acabado.
¡Mi agradecimiento a los promotores Juan & Juan!
Qué envidiaaaa!!
ResponderEliminarPara próxima espero salir con vosotros en salida larga.
Estàis hechos unos toros!!!
Hay que repetir esa bajada espectacularrrr!!!! Rober sal del agujero.
ResponderEliminarGran día con estreno de nueva indumentaria Boulder de invierno. Al final le vamos a dar aún uso este año!. Buena ruta con grandes sensaciones.
ResponderEliminarGran crónica Alvaro. Abrazos!