La vuelta a la Sierra de Hoyo es muy socorrida cuando no queremos irnos muy lejos y huimos del barro. Tiene un poco de todo, con especial interés por su zona de sendas. La primera, propina que no queremos perdernos con el bucle de ida y vuelta en sentido inicial hacia el puente de la Marmota que luego regresa al carril en dirección al puente del Batán. Y, llegando hasta Hoyo, las sendas pasado Moralzarzal. Creo que para todos, esta es la zona más genuina de toda la ruta, entre jaras y berrocales.
Cuando tomaba la A-6 en dirección al punto de encuentro, se me vino a la cabeza la imagen de que la Sierra de Hoyo se asemeja a una isla. La existencia de llanuras alrededor y en mente el track de la ruta que la circunvala, permite la sensación de que bordeas una auténtica isla. Isla rodeada de llanuras, si bien más breves hacia el Oeste y el Norte, con el eje de la Sierra de Guadarrama.
Nos encontramos Val y yo en el habitual punto de encuentro junto a la iglesia y Ayuntamiento en Hoyo. Emprendimos rápidamente la bajada por carril y luego carretera frente a la Academia de Ingenieros hasta el cruce mencionado. De ahí la trialera siempre divertida en bucle y seguimos carrileando hasta el puente del Batán, donde se une al camino de Santiago desde Madrid que viene de Colmenar Viejo.
Este tramo es el más expuesto al viento aunque hoy no nos ha molestado. Igualmente, en circunstancias normales nos hubiese permitido las grandes vistas a La Pedriza, hoy oculta entre nubes. Llegamos a Moralzarzal y bordeamos la urbanización Dominio de Fontenebro, para afrontar la zona más abrupta de la ruta. Sendas sube y baja entre jaras ya en flor, en dirección a La Berzosa y Hoyo. Lo dicho, la zona más entretenida y genuina de esta ruta.
Este tramo es el más expuesto al viento aunque hoy no nos ha molestado. Igualmente, en circunstancias normales nos hubiese permitido las grandes vistas a La Pedriza, hoy oculta entre nubes. Llegamos a Moralzarzal y bordeamos la urbanización Dominio de Fontenebro, para afrontar la zona más abrupta de la ruta. Sendas sube y baja entre jaras ya en flor, en dirección a La Berzosa y Hoyo. Lo dicho, la zona más entretenida y genuina de esta ruta.
Aunque se esperaba un día lluvioso y estuvo toda la mañana amenazando agua, no nos cayó una gota. El terreno estaba perfecto, empapado pero sin perder consistencia. Salvando las diferencias de flora y terreno y con perdón, fue un perfecto día "asturiano". Nubes y verde por todas partes. Es una pena que dure tan poco. En cuanto pasen las borrascas y entrando mayo, esto cogerá otro color en un par de semanas.
El enlace a todas las fotos aquí:
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